martes, 10 de marzo de 2009

In Memoriam

HUMA.
Fue no andar en colectivo ni en subte,
fue una extensión del cuerpo,
fue viento en la cara, con smog, pero viento,
fue velocidad y cansancio, bajadas y subidas,
fue mía y fui suya,
fue pasar finito y jugar carreras, fue no tener miedos y ser feliz.
Fue recibir insultos por ser feliz, y saludar a los que tocaban la bocina, para decirme que me corra, pero saludarlos.
Es negra y tiene puntos de colores,
y una cinta verde en el manubrio.
Fue el regalo de mi amado, quién, tal vez por ello (porque nos amaríamos), aún sin saber lo “para siempre” de la cuestión, me regaló a Huma, una bicicleta negra, con una historia negra.
Una bicicleta marginada.

Te quise como a pocos objetos materiales supe querer, te imagino cuando cierro los ojos y nos recuerdo bajando por Córdoba a los pedos, te extraño.
Tengo que conseguir otra bici, Huma no querría que ande en colectivo, era un poco malcriada, eso sí, pero no egoísta.

Con éste homenaje los hago partícipes de la defunción de mi querida.
Hasta siempre Huma.
Dejo un segmento de la última canción que cantamos juntas ésta mañana-

"Que suba mi oración ante Jah como el humo,
mi guía, mi protección, mi escudo".

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